domingo, 19 de diciembre de 2010

A una niña

ceby jovencitas
Los versos de este sencillo y bello poema son apropiados para dedicatorias.

¿Versos? ¡Y tienes diez y seis años!
Mira, los versos mejores son:
No tener penas ni desengaños,
Vivir esclavo de una ilusión.


Cantos alados, rimas inquietas
Desde tu seno vienen a mí;
Más que en la lira de los poetas,
Hay armonías dentro de ti.


Deja que vuele tu fantasía,
Pon en sus alas todo tu ser,
Que allí se encuentra la poesía
Donde va el alma de una mujer.


Nunca las bellas formas ligeras
Que los poetas hacen vivir,
Vierten la lumbre de esas quimeras
Que hay en el fondo del porvenir.


Duérmete y sueña. Mientras reposas,
Verás cuál vuelan en derredor,
Como un enjambre de mariposas,
Tus ilusiones de flor en flor.


Hay en la vida sólo una hora
De inexplicable santa embriaguez,
Y es cuando el alma como una aurora
Rompe las sombras de la niñez.


Se aclaran, brillan los horizontes;
Sienten las selvas vaga inquietud;
Florece el día sobre los montes:
Ama y palpita la juventud!


¡Santos delirios! De esos engaños
Huye vencida la inspiración:
Cuando se tienen tan pocos años,
No hay mejor lira que el corazón.

Rafael Obligado

1879

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Aprecio mucho su comentario. Cordialmente, Mirta Delia.