jueves, 15 de septiembre de 2011

El maestro de escuela




…Los maestros de escuela son, en nuestras
sociedades modernas, esos artífices obscuros a
quienes está confiada la obra más grande que
los hombres pueden ejecutar; a saber: terminar
la obra de la civilización del género humano,
principiada desde los tiempos históricos en tal
o cual punto de la tierra, transmitida de siglo en
siglo de unas naciones a otras, continuada de
generación en generación en una clase de la
sociedad, y generalizada sólo en este último
siglo en algunos pueblo adelantados a todas
las clases y a todos los individuos.
… El maestro no inventó la ciencia ni la
enseñanza; acaso no la alcanza sino en sus
más simples rudimentos; acaso la ignora en la
magnitud de su conjunto; pero él abre las
puertas cerradas al hombre naciente y le
muestra el camino; él pone en relación al que
recibe sus lecciones con todo el caudal de
conocimientos que ha atesorado la humanidad.
…El maestro de escuela, al poner en manos
del niño el silabario, le constituye en miembro
integrante de los pueblos civilizados del mundo,
y le liga a la tradición escrita de la humanidad,
que forma el caudal de conocimientos con que
ha llegado, aumentándolos de generación en
generación, a separarse irrevocablemente de la
masa de la creación bruta.
…El juez castiga el crimen probado, sin
corregir al delincuente; el sacerdote enmienda
el extravío moral, sin tocar la causa que lo hace
nacer ; el militar reprime el desorden público,
sin mejorar las ideas confusas que los alimentan
o las incapacidades que los estimulan. Sólo el
maestro de escuela, entre éstos funcionarios
que obran en la sociedad, está puesto en el lugar
adecuado para curar radicalmente los males
sociales. Él está puesto en el umbral de la vida,
para encaminar a los que recién van a lanzarse
a ella.
D.F.SARMIENTO

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Aprecio mucho su comentario. Cordialmente, Mirta Delia.