martes, 7 de febrero de 2012

Soldado de las Malvinas

soldado en las Malvinas Argentinas
Eran sus pasos lentos y silenciosos
Y su mirada encerraba una extraña claridad,
Nadie lo veía y era la razón de todos,
Era la imagen del amor, de la bondad…

Fue un día gris, como tantos otros.
La tenue llovizna mojaba sus negros rizos,
Su sonrisa había desaparecido;
La tristeza la invadía todo:
La alegría de los abuelos,
El ladrido cariñoso del perro,
La diablura de los chiquillos…

Atrás dejaba su infancia, su adolescencia,
Un puñado de momentos tiernos,
El retrato de su madre grabado en las retinas,
Y en aquel rinconcito amado,
El mejor de los sueños…

…Nadie sintió cuando partió
Como nadie sentía cuando llegaba,
Fue una silla vacía, una solitaria habitación
Y unos libros que en un rincón descansaban.

Y tomó su maleta, su libro de poesías,
Dejó la imagen del buen hijo y mejor estudiante,
Se vistió de soldado, se adornó de valentía,
Y se unió a las filas, de juventud, flamantes…

Dejó el pueblo de caminitos perdidos.
Los verdes prados tapizados de ceibos.
Vio el mar coloreado de tinto,
A las gaviotas horrorizadas huir a otros cielos
No era aquel el canto de la cigarra,
No tenía ese color el firmamento de otros tiempos,
Y estaban allí Las Malvinas, como la argentina bizarra
Que había sido, que es y seguirá siendo.
Erguida estaba, misteriosa y altiva,
Su nieve y su cielo, pensó, le pertenecía,
Había ido a arrancar esa bandera pirata,

Había ido a reivindicar el honor de la Patria.

…Nadie sintió cuando partió
Como nadie sentía cuando llegaba,
Fue una silla vacía, una habitación solitaria
Y unos libros, que en un rincón descansaban…

…Ya nadie volvió a regar las flores,
Nadie compartió el juego de los niños,
Unos ancianitos recuerdan otros soles,
Una muchacha reza por un destino…

Maryam Yasminay

2 comentarios:

Aprecio mucho su comentario. Cordialmente, Mirta Delia.