miércoles, 12 de noviembre de 2014
Laetitia (Alegría)
Con tu sonrisa embelleces
y haces tus quince lucir;
te lo habrán dicho mil veces:
blanco pimpollo pareces
que se comienza a entreabrir.
Sobre tu seno palpitan
no sé qué lumbres dudosas;
cuando tus formas se agitan,
a respirarlas incitan
como un manojo de rosas.
En tu infantil hermosura,
llena de vivos sonrojos,
hay tal hechizo y frescura,
que hasta la luz es más pura
en el cristal de tus ojos.
Cuando caminas, tu traje
hace susurro de espumas;
y, por rendirte homenaje,
de tu sombrero en las plumas
canta la brisa salvaje.
Los que te miran pasar
con esa audacia triunfante
y esa sonrisa sin par,
juran, al ver tu semblante,
que tú no sabes llorar.
Juran verdad. ¡Pues mejor!
¡Fuera pesares y engaños,
y no contraiga el dolor
esos dos labios en flor
donde sonríen quince años!
Rafael Obligado
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