lunes, 30 de mayo de 2011

DÍA DEL NIÑO EN VILLA PAZ-Obra para títeres

ensayo de obra con titeres del CEBY

DÍA DEL NIÑO EN VILLA PAZ
Obra para títeres


Esta obra para títeres está compuesta de tres actos, puede ser la actividad principal del festejo por el Día de los Niños.



Autora: Mirta de Eisenkölbl




ACTO 1



(Aparece Don Verdoso por el lateral izquierdo. Viene escondiendo una caja entre los brazos. Camina rápido y mirando hacia todas partes. Al entrar en el patio de su casa, escucha las voces de Meterete y Susana, que también entran por el lateral izquierdo. Don Verdoso baja la caja y se esconde detrás del árbol para escuchar la conversación).

METERETE: Escuchame, Susi, cuando el doctor llegue, decile que tengo algo muy importante que decirle. Decile que me llame, por favor. Y no te olvides de decirle que es muy, muy importante… como todas las cosas que yo digo (se da aires de gran señora).

SUSANA: Sí, Tere…

METERETE: ¿Cómo que “Tere”? Yo soy la Lic. Meterete. Para algo hay que usar el título que tanto me costó conseguir… Llamame como corresponde: Lic. Meterete.

DON VERDOSO: (Repite burlonamente) Lic. Me-te-re-te… Lic. Me-te-re-te, en todo se entremete. (se escucha como un sacudón de árbol)

SUSANA: (Con miedo) Qué… Qué… ¿Qué fue eso?

METERETE: No sé, Susanita. Pero… vámonos de aquí. Este lugar nunca me gustó ¡y hora, menos!

SUSANA: Si, Licenciada… (salen por donde entraron)

DON VERDOSO: (Burlándose) “Si, Licenciada”; “Sí, Licenciada”… Grrrrrrr (se agarra la cara con las manos) ¡Cómo odio a las personas cursis, a las buenas, a las lindas, a las feas, a los negros, a los blancos…! ¡A todos! (se escuchan voces que se acercan. Don Verdoso mira hacia todas partes y se esconde otra vez detrás del árbol).

FANNY: (Entrando en el escenario por el lateral izquierdo) Pero, Válery, no te cuesta nada saludarla. ¡Hoy es el Día del Niño! Además, ella no se merece tu desprecio, es tan buena, es tan servicial…

VÁLERY: ¡Por eso! ¡Por eso! ¡Yo no me junto con esa clase de gente! (Don Verdoso se restriega las manos)

FANNY: Pues… ¡yo sí! Y ahora mismo voy a saludarla (Le da la espalda y se dispone a salir)

VÁLERY: Si te vas, ya no sos mi amiga.

FANNY: ¿Y a mí qué? (Sale por donde entró)

VÁLERY: (Se queda mirándola, y de pronto grita) ¡La amiga de mi enemiga, no puede ser mi amigaaaaaa!

DON VERDOSO: (Restregándose las manos )¡Esa es una de las mías! (Sale de su escondrijo y saluda con fingida cortesía) Buenos días, señorita. (Válery pega un feroz grito y sale corriendo. Don Verdoso se queda solo) ¡Bah! Vos te la perdés, niña tonta. Sos tan ridícula como las demás. (Se agacha para revisar su caja en tanto que se escucha un grito)

TOMASITO: “¡Diario! ¡Diario!” (Don Verdoso da la espaldas al canillita y saca de su caja una ropa, la alza, la vuelve a meter; toma otra y hace lo mismo. Tomasito vuelve a gritar) ¡Diario “XYZ”, “La mejor hora”, “Crónico” y “Populacho”! ¡Diario! (Se acerca a Don Verdoso, que sigue dándole la espalda y rebuscándose en su caja.) ¿Diario, Señor?

DON VERSOSO: ¡Qué diario ni qué diario! (Dice mientras se da vuelta muy enojado, Tomasito mira el suelo y Don Verdoso lo observa de pies a cabeza. De pronto, parece que se le ocurre una idea.) ¿Diario? ¡Ah! ¡Sí, sí, sí… Hay que estar informado…

TOMASITO: (Alza la cabeza, y al mirar de frente a Don Verdoso se asusta un poco pero mantiene su compostura) Disculpe, señor. Es que… bueno… Sucede que… ¿Es usted nuevo aquí?

DON VERSOSO: Sí. Me mudé al barrio esta semana y… (se hace del inocente, mientras juega con su pañuelo) estoy solito porque no conozco a nadie aquí. Con seguridad, vos conocés a mucha gente. ¿Verdad?

TOMASITO: Sí, conozco a toda la gente de la villa. Es más, soy amigo de todos y todos me quieren… Es decir, casi todos…

DON VERSOSO: Bueno, no te preocupes, uno no puede caerle bien a toda la gente (le palmotea el hombro). Pero yo… quisiera, por lo menos, intentar ser amigo de los demás, porque yo (con fingido tono) quiero mucho a la gente, pero la gente no me quiere… (da vuelta la cara y se lleva las manos a la cara) porque soy feo, muy feo…

TOMASITO: No, señor. Usted no es feo… Digo, usted no es tan feo… Bueno, usted tiene cosas lindas, como querer ser amigo de todos…

DON VERSOSO: Ya, (impaciente) ya, ya. No sigas. No hace falta. Soy feo y nadie me quiere, pero no me importa. Yo me amo (se acaricia el pelo) y nada ni nadie afectará mi elevada autoestima… (De pronto parece que vuelve a la realidad) Pero, volvamos a nuestro tema. Quiero hacer un lindo regalito a los niños y niñas en su día. (Se restriega las manos) Sí, un lindo regalito…

TOMASITO: ¡Qué bien! Debería ponerse de acuerdo con el doctor, porque él está haciendo lo mismo (en ese momento se asoma el ángel).

DON VERSOSO: ¿El doctor? ¿El doctor? ¿Y quién es el doctor? ¡Oh, qué poco amable soy! ¿Te gustaría desayunar conmigo?

TOMASITO: Este… Yo tengo que ir a la casa del doctor…

DON VERSOSO: Y vas a irte, pero después de hacer una obra de bien con este (se hace del inocente otra vez) pobre “prójimo”…

TOMASITO: Y…

ÁNGEL: ¡Tomasito! ¡Tomasito! (Tomasito se da vuelta pero no puede ver al ángel) ¿Te acordás de lo que aprendiste en la Escuela Dominical? La Palabra de Dios dice: “No te metas en el camino de los malos”

DON VERSOSO: (Que sí ve al ángel y lo espanta con sus brazos) ¡Cucha! ¡Cucha, entrometido!

TOMASITO: (Se aleja de Don Verdoso y responde al ángel) Pero si él no es malo, el que sea feo no significa que sea malo.

ÁNGEL: Por supuesto, pero… ¿Vos lo conocés? ¿Sabés algo de él?

DON VERSOSO: (Se pone entre el ángel y Tomasito) En mi casa tengo un vaso de chocolate caliente y un bollo para vos solito. Quiero escribir una carta para cada niño del lugar, ¿me ayudás? (lo toma del brazo y casi lo arrastra)

ÁNGEL: ¡No, Tomasito! ¡No!

(Se escucha un fondo musical y aparece en escena Rocky)

ROCKY: Y así fue engañado el ingenuo Tomasito por el astuto y malvado don Verdoso. Mientras Tomasito desayunaba y ayudaba inocentemente a don Verdoso en sus diabólicos planes de sembrar la enemistad entre los pobladores de Villa Paz, sus amigos comenzaron a buscarlo. (Rocky desaparece del escenario)

DOCTOR KURITA: ¡Tomasito! ¡Tomasito! ¿Dónde se habrá metido? (en ese momento aparece Dunga) ¡Dunga! ¡Qué bueno verte! ¿Por casualidad sabés dónde está Tomasito?

DUNGA: No doctor, yo también estoy buscándolo.

DOCTOR KURITA: (Se rasca la cabeza) ¡Qué raro! Ya pregunté a todos y nadie lo vio.

DUNGA: No se preocupe, doctor. Cuando él no vende todos sus diarios, suele ir más lejos. Ya aparecerá.

DOCTOR KURITA: Sin embargo… insisto en que es extraño. Tomasito nunca falta a nuestra reunión. Pero vamos, Dunga (le pone la mano en el hombro). Dejémoslo en manos de Dios (salen por donde entraron).

(Se escucha una música de fondo)

TOMASITO: (Sale de la casa de Don Green. Trae unos sobres en la mano) ¡Qué contentos se pondrán los niños al recibir estas cartas! Pero… para mí no hay ninguna (revisa). No importa, yo tomé chocolate y comí bollos. Eso es suficiente. Y ahora… ¡a repartir las cartas!

ROCKY: Lo que Tomasito no sabía era que aquellas cartas tenían por objeto romper la hermosa amistad y concordia que existía entre los habitantes del barrio. Así que, entregó a la Licenciada una carta que supuestamente le dirigía el doctor; a Válery, una carta firmada por Fanny; a Carmencita, una carta de Válery; y a Fanny una carta en la que Dunga le hablaba en forma grosera; y como todos debían encontrarse en la gran celebración del Día del Niño, fue allí donde se produjo el terrible encontronazo. (Se escucha una música de fondo y Rocky sale de escena).


ACTO 2


(Se observa un ambiente de fiesta, se escucha música infantil, hay globos y guirnaldas. El Dr. Y la abuela están atareados arreglando las cosas)

ÑA CANDÉ: ¡Qué lindo se ve esto, Dotor! ¡Me da ganas de ser niña de nuevo!

DOCTOR KURITA: Sí. Espero que sea una linda fiesta. Hay bocaditos y jugo, tortas y golosinas. Además, Marcelo vino con sus artilugios para divertir a los niños.

ÑA CANDÉ: Vo ningo hablás muy difícil, kara’i* dotor. ¿Mba’e lugio trajo Marcelo?

DOCTOR KURITA: Artilugio, ña Cande, artilugio.

ÑA CANDÉ: Nangana, Dr. Kurita, pe “lugio” no significa nada para mí.

DOCTOR KURITA: Artilugio son las herramientas que Marcelo usa para hacer jugar a los niños.

ÑA CANDE: Eso hubieras dicho primero, dotor. Yo ningo no soy tan letrada. Bueno, ahatama che

DOCTOR KURITA: Se va porque quiere nomás, ña Cande. Gracias por su ayuda.

ÑA CANDE: No e nada, che kara’i. Cuando gustes.

DOCTOR KURITA: La acompaño hasta la puerta. (El Dr. Sale y también Ña Cande. Por ese mismo lugar entra Válery hecha una furia)

VÁLERY: ¡Fanny! (Se agacha, busca detrás de los globos y de cualquier lugar donde se pueda esconder algo)
¡Fanny! (En ese momento entra Meterete) ¡Licenciada! ¿Vio a Fany?

LIC. METERETE: No, mi hijita, pero (con voz enojada) busco al Dr. ¿Lo has visto?

VÁLERY: No. Ni quiero verlo. Nos habló de gozo y de paz, y yo le creí. Me animé a tener amigos, y abrí mi corazón a Fanny… Ahora, descubro que todo fue un engaño. Que Fanny me odia y no me puede ver… (Se coloca en un rinconcito, se tapa la cara con las manos y llora. Meterete está a punto de ir a consolarla cuando ve que entra Carmencita y va directo hacia Válery).

CARMENCITA: ¡Válery! ¡Válery! ¡Qué feliz me siento de que quieras ser mi amiga! (Está a punto de abrazarla cuando Válery la mira horrorizada y da unos pasos hacia atrás)

VÁLERY: ¿Qué yo quiero ser tu amiga? (se pasa la mano por el ojo, como si se lo estuviera secando) Pero, ¿quién te dijo esa tontería? ¡Eso jamás se me cruzó por la mente! ¿Yo? ¿Amiga de una sirvienta? (Meterete hace un gesto negativo con la cabeza).

CARMENCITA: Pe… pero… yo recibí…. ¡oh! (se lleva las manos a la cara y sale corriendo.)

FANNY: (Se cruza con Carmencita fuera del escenario y la llama) Carmencita… ¡Carmencita! (Válery la escucha y corre a colocarse en el lado opuesto del escenario, con aire despectivo. La Licenciada observa todo sin poder comprender lo que pasa. A ella se dirige Fanny.) Licenciada, ¿vos viste a Dunga?

LIC. METERETE: No, pero tiene que venir.

FANNY: ¡Huuuy! Ese negro carbón, cuando venga le daré lo que se merece por ser grosero conmigo…

LIC. METERETE: ¡Fanny! ¿Qué estás diciendo?

FANNY: La verdad, licenciada. Es el niño más guaso me conozco. ¿Sabés qué me dijo? (Le habla al oído)

LIC. METERETE: ¿Qué? ¿Fue capaz de decirte eso? (Fanny asiente con la cabeza) Es increíble… Jamás lo hubiera pensado… Aunque, a decir verdad, hoy suceden muchas cosas increíbles… (en ese momento se acerca Válery por detrás de Fanny).

VÁLERY: ¿Y vos, mala amiga, qué tanto vas a decir de los demás si sos igual que ellos?

FANNY: Válery… No te entiendo una palabra…

VÁLERY: Vamos, tirás la piedra y escondés la mano, ¡sos una cobarde y una mentirosa!

FANNY: No soy ninguna cobarde y menos una mentirosa. ¡Me ofendiste!

VÁLERY: Sí, te ofendí, ¿y qué? ¿Me vas a pegar?

FANNY: Sí (y la toma por los pelos. Ambas se trenzan en una riña. Meterete trata de intervenir , pero no puede separarlas. Chocan contra los globos, los revientan. Tiran los adornos. En eso aparece Dunga)

DUNGA: ¿Qué les pasa? ¡Hey, chicas! (trata de separarlas) ¡paren, paren!

FANNY: ¡A vos, maleducado, te quería agarrar! (y lo tironea de la ropa, los tres continúan la pelea)

LIC. METERETE: ¡Chicos! ¡Chicos! ¡Deténganse! (En ese momento entra el Dr. Trayendo de la mano a Carmencita).

DOCTOR KURITA: (Con voz de autoridad) ¿Qué está pasando aquí? (Los chicos se detienen y bajan la cabeza, avergonzados) ¿Alguien puede explicarme lo que está pasando?

LIC. METERETE: Antes, Doctor, yo quiero aclarar algo con Ud., a solas. (Se escucha una música y se baja el telón)


ACTO 3


(El Dr. Kurita, que tiene las cartas en la mano, está con Tomasito)

DOCTOR KURITA: No podés imaginarte lo que estas cartas provocaron. Echaron a perder la fiesta del Día del Niño y causó la tristeza y la amargura de tus amigos. ¿Cómo pudiste escribirlas?

TOMASITO: Doctor… yo no escribí esas cartas…


DOCTOR KURITA: Pero todas fueron escritas por la misma persona y vos las entregaste…

TOMASITO: Sí, ya las entregué pero las escribió Don Verdoso, el nuevo vecino… (se lleva las manos a la boca). ¡Oh, no! ¡Yo le prometí que no se lo diría a nadie! ¡¿Qué voy a hacer ahora?!

DOCTOR KURITA: Ahora me contarás cómo sucedieron las cosas. Y si alguien tiene algo que decirte, se las verá conmigo. (Se ve cuando Tomasito pone al tanto del doctor acerca de lo acontecido. El ángel se asoma en la puerta y mira a Tomasito)

ÁNGEL: (Meneando la cabeza) ¡Ay, Tomasito, Tomasito! ¿Por qué no me hiciste caso? Si me hubieras escuchado, todos estarían ahora disfrutando gozosamente del Día de los Niños. (El ángel se queda observando)

DOCTOR KURITA: Bueno, Tomasito. Fuiste engañado por una persona mala y cometiste, sin quererlo, un gran daño. Eso no quita que fuiste muy imprudente y también desobediente, porque yo escucho cómo tu abuela te da recomendaciones acerca de las personas que no conoces. Debes orar a Dios reconociendo tu falta y pidiendo que Él actúe en los demás niños para que todo esto se pueda solucionar.

TOMASITO: Sí, Doctor, yo quiero orar… (y agacha la cabeza. El Doctor también la agacha; el ángel desaparece sigilosamente)

DOCTOR KURITA: Bueno, Tomasito. Dios perdonó tu imprudencia y desobediencia. Ahora debes explicar a tus amigos (todos aparecen por el lateral izquierdo) cómo y por qué sucedieron las cosas; y sobre todo, debes pedirles perdón (Tomasito asiente con la cabeza) para que reine nuevamente la armonía en Villa Paz, y… ¡Feliz Día de los Niños, muchacho! (lo abraza; Tomasito ve a los niños y se acerca a ellos, todos se abrazan. Se escucha la melodía de una música infantil).

FIN
Mirta de Eisenkölbl


* kara’i*: voz guaraní (segunda lengua oficial del Paraguay), significa “señor”.

A fin de que los usuarios de cualquier otro país puedan utilizar el material sin inconvenientes, se presenta, a continuación la conversación entre Ña Candé y el doctor.

…DOÑA CANDELARIA: ¡Qué lindo se ve esto, Doctor! ¡Me da ganas de ser niña de nuevo!

DOCTOR KURITA: Sí. Espero que sea una linda fiesta. Hay bocaditos y jugo, tortas y golosinas. Además, Marcelo vino con sus artilugios para divertir a los niños.

DOÑA CANDELARIA: Vos hablás muy difícil, señor Doctor. ¿Qué “lugio” trajo Marcelo?

DOCTOR KURITA: Artilugio, doña Candelaria, artilugio.

DOÑA CANDELARIA: Pero doctor… ese “lugio” no significa nada para mí.

DOCTOR KURITA: Artilugio son las herramientas que Marcelo usa para hacer jugar a los niños.

DOÑA CANDELARIA: Eso hubieras dicho primero, doctor. Yo, pues, no soy tan letrada. Bueno, ya me voy.

DOCTOR KURITA: Se va porque quiere nomás, doña Candelaria. Gracias por su ayuda.

DOÑA CANDELARIA: No es nada, mi señor. Cuando gustes.

DOCTOR KURITA: La acompaño hasta la puerta. (El Doctor sale y también doña Candelaria. Por ese mismo lugar entra Válery hecha una furia)…

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