domingo, 3 de abril de 2016

Español



Yo siempre fui, por alma y por cabeza,
español de conciencia, obra y deseo,
y yo nada concibo y nada veo
sino español por mi naturaleza.

Con la España que acaba y la que empieza,
canto y auguro, profetizo y creo,
pues Hércules allí fue como Orfeo.
Ser español es timbre de nobleza.

Y español soy por la lengua divina,
por voluntad de mi sentir vibrante,
alma de rosa en corazón de encina;
quiero ser quien anuncia y adivina,

que viene de la pampa y la montaña:
eco de raza, aliento que culmina,
con dos pueblos que dicen:  ¡Viva España!
y ¡Viva la República Argentina!



Rubén Darío

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Aprecio mucho su comentario. Cordialmente, Mirta Delia.