Soneto escrito por el uruguayo Rincardo Sánchez, apropiado para actos alusivos al Día de los Héroes en la República del Paraguay.
Y desplomóse allí el hombre montaña,
fija la vista en el azul del cielo.
Perecer por la Patria era su anhelo,
y fue su inmolación estoica hazaña.
La muerte material tan sólo daña
al que la dicha busca en este suelo;
pero al mártir le sirve de consuelo
porque en celeste claridad lo baña.
Su muerte, bofetada a los traidores
fue en pleno rostro, y un mentís rotundo
a la calumnia de sus detractores,
porque llorado con dolor profundo,
hizo llover sobre él todas las flores
de nuestro libre, americano mundo.
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Aprecio mucho su comentario. Cordialmente, Mirta Delia.