
Esta pequeña y bella poesía es especialmente útil para motivar.
Cuando el ardiente anhelo de un ideal
te eleve en su montaña,
cuando todos tus sueños de ascensión
efectuado se hayan
y veas que te encuentras en la altura
y azul sientas tu alma,
¡No creas que has llegado a lo más puro
de la belleza diáfana!...
Contempla el horizonte: allá, a lo lejos,
verás cumbres más altas...
Fórjate ideales nuevos, más fulgentes,
y prosigue tu marcha
en ascensión tenaz hacia las cumbres
radiantes de esperanza,
donde podrás besar a las estrellas
¡y ver del mundo el alma!...
Gastón Figueira (Poeta uruguayo nacido en el año 1905)