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jueves, 12 de septiembre de 2013

Las personas se van

















Las personas entran y salen de tu vida,
Como nubes blancas, como golondrinas,
Llenan de su singularidad tus días
Y luego parten dejando gran herida…
Las personas vienen y van,
Son rostros en tus recuerdos,
Son una inspirada frase que siempre germina
En algún profundo surco del cerebro…
Son una blanca y tibia sonrisa
En tus retinas cansadas,
Un cálido abrazo, una caricia,
El sacrificio inmenso del alma
Que junto a la tuya está apegada…
Las personas vienen y van,
Algunas no vuelven más…
Pero te dejan la bendita seguridad
De que en el Cielo las volverás a hallar…
Las personas vienen y van…
Y a veces… es tan difícil aceptar
El desarraigo del afecto,
La separación, el nunca más,
El quedarte sola, mirando el suelo,
Con un hueco que no puedes llenar…
Las personas vienen y se van…
Un día también llegará
Cuando tú misma seas hueco en otra vida,
Y de ti solamente dependerá
Que te lloren o que te quieran echar,
Porque todas, todas las personas,
Vienen y siempre, pero siempre, se van…


Mirta de Eisenkölbl

viernes, 4 de noviembre de 2011

Sembrando

Poesía bonita, de gran contenido y belleza. Sembrando contiene cambios de entonaciones y frases de gran fuerza, capaces de mantener expectantes a los oyentes. Además, puede ser utilizada con gran eficacia, en procesos didácticos, especialmente los referidos a acentuación, pues contiene buenos ejemplos.



sembrando
De aquel rincón bañado por los fulgores
del sol que nuestro cielo triunfante llena;
de la florida tierra donde entre flores
se deslizó mi infancia dulce y serena;
envuelto en los recuerdos de mi pasado,
borroso cual lo lejos del horizonte,
guardo el extraño ejemplo, nunca olvidado,
del sembrador más raro que hubo en el monte.

Aún no sé si era sabio, loco o prudente
aquel hombre que humilde traje vestía;
sólo sé que al mirarle toda la gente
con profundo respeto se descubría.
Y es que acaso su gesto severo y noble
a todos asombraba por lo arrogante:
¡hasta los leñadores mirando al roble
sienten las majestades de lo gigante!

Una tarde de otoño subí a la sierra
y al sembrador, sembrando, miré risueño;
¡desde que existen hombres sobre la tierra
nunca se ha trabajado con tanto empeño!

Quise saber, curioso, lo que el demente
sembraba en la montaña sola y bravía;
el infeliz oyóme benignamente
y me dijo con honda melancolía:
—Siembro robles y pinos y sicomoros;
quiero llenar de frondas esta ladera,
quiero que otros disfruten de los tesoros
que darán estas plantas cuando yo muera.

—¿Por qué tantos afanes en la jornada
sin buscar recompensa?— dije. Y el loco
murmuró, con las manos sobre la azada:
—«Acaso tú imagines que me equivoco;
acaso, por ser niño, te asombre mucho
el soberano impulso que mi alma enciende;
por los que no trabajan, trabajo y lucho;
si el mundo no lo sabe, ¡Dios me comprende!»

Hoy es el egoísmo torpe maestro
a quien rendimos culto de varios modos:
si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro.
¡Nunca al cielo pedimos pan para todos!
En la propia miseria los ojos fijos,
buscamos las riquezas que nos convienen
y todo lo arrostramos por nuestros hijos.
¿Es que los demás padres hijos no tienen?...

Vivimos siendo hermanos sólo en el nombre
y, en las guerras brutales con sed de robo,
hay siempre un fratricida dentro del hombre,
y el hombre para el hombre siempre es un lobo.»

Por eso cuando al mundo, triste, contemplo,
yo me afano y me impongo ruda tarea
y sé que vale mucho mi pobre ejemplo
aunque pobre y humilde parezca y sea.
¡Hay que luchar por todos los que no luchan!
¡Hay que pedir por todos los que no imploran!
¡Hay que hacer que nos oigan los que no escuchan!
¡Hay que llorar por todos los que no lloran!
Hay que ser cual abejas que en la colmena
fabrican para todos dulces panales.
Hay que ser como el agua que va serena
brindando al mundo entero frescos raudales.
Hay que imitar al viento, que siembra flores
lo mismo en la montaña que en la llanura,
y hay que vivir la vida sembrando amores,
con la vista y el alma siempre en la altura».
Dijo el loco, y con noble melancolía
por las breñas del monte siguió trepando,
y al perderse en las sombras, aún repetía:
—«¡Hay que vivir sembrando! ¡Siempre sembrando!...»

Marcos Blanco Belmonte

sábado, 27 de agosto de 2011

Si no puedes ser

sapucai arroyo pora
Si no puedes ser un pino en la cima de una colina,
sé un arbusto en el valle, pero selo.
¡El mejor arbusto en el margen de un arroyo!
Sé una rama si no puedes ser un árbol...


Si no puedes ser una rama, sé un poco de césped
y dale alegría a algún camino;
si no puedes ser un almizcle,
entonces sé una espinilla...
¡Pero la más viva del lago!


No podemos ser todos capitanes,
tenemos que ser tripulantes,
hay algo para nosotros aquí.
Hay grandes y pequeñas obras que realizar
y esta es la próxima tarea que tenemos que emprender.


Si no puedes ser camino,
sé por lo menos un sendero.
Si no puedes ser el sol, sé una estrella.
No es por el tamaño que triunfarás o fracasarás.
Pero sé el mejor en lo que quieras que seas.


Autor Desconocido

martes, 9 de agosto de 2011

He aprendido

mano con mano

He aprendido que...
nadie es perfecto,
hasta que te enamoras.

He aprendido que...
la vida es dura,
pero yo lo soy más!!

He aprendido que...
las oportunidades
no se pierden nunca,
las que tu dejas marchar...
las aprovecha otro.

He aprendido que...
cuando siembras rencor y amargura,
la felicidad se va a otra parte.

He aprendido que...
necesitaría usar siempre palabras buenas,
porque mañana quizás
las tendré que tragar.

He aprendido que...
una sonrisa es un modo económico
para mejorar tu aspecto.

He aprendido que...
no puedo elegir como me siento,
pero siempre puedo hacer algo.

He aprendido que...
cuando tu hijo recién nacido
tiene tu dedo en su puñito...
te tiene enganchado a la vida.

He aprendido que...
todos quieren vivir en la cima de la montaña...
pero toda la felicidad
pasa mientras se la escala.

He aprendido que...
se necesita gozar del viaje,
y no pensar sólo en la meta.

He aprendido que...
cuanto menos tiempo derrocho,
más cosas hago.

domingo, 7 de agosto de 2011

Detalles

mariposa sobre la flor

Este pequeño poema es un llamado de atención para el hombre y la mujer modernos, encandilados por las ofertas del materialismo y embretados por las exigencias de un tiempo acelerado. La autora hace notar que la perfección y la belleza están más cerca de lo que imaginamos y al alcance de cualquier persona. No hay por qué dejarlas pasar sin absorber de la exquisita sublimidad con la que pueden enriquecer nuestras vidas. ¿No?


Una mujer contemplaba admirada
cómo mudaba ante sí el paisaje,
y con trémula voz emocionada
habló a su compañera del pasaje:

-¿No es hermoso el bosquecillo de pinos
y el arroyo que se desliza salvaje?
-¡Bah! -contestóle ésta con gran desatino-
¿qué ves de lindo? ¡todos son iguales!

Así van por los vivientes caminos
disciplentes, desabridos mortales
que no pueden deleitarse en la rosa
porque siempre buscan los tulipanes,

los edenes de latitudes ignotas
que no son más que las flores del campo
cuyas simétricas perfectas formas
el genio de Dios van revelando.

Y no pueden tributar su hermosa
contemplación a lo sencillo y agreste,
con los que el alma sencilla se goza,
se enriquece, se aviva y reverdece.

Mirta López de Eisenkölbl

jueves, 16 de junio de 2011

Sin derecho a ser madre

pordiosera



Pensativa, cabizbaja, con la mirada perdida,
Con los ojos llenos de llanto,
Encontré a una triste muchacha
Fuera de la iglesia, un día…

Entraban los devotos, con la mirada indiferente,
Ninguno preguntó qué le sucedía.
Apresuraban el paso, la misa ya iniciaba,
No podían perder su tiempo; otros, hasta sonreían.

Yo me acerqué a ella, le pregunté: "¿Qué te pasa?"
Levantó su mirada triste, permaneció callada,
Le dije que quería ser su amiga; que sólo quería ayudarla;
Que le pidiera a Dios, que Él siempre la escuchaba.

Nuevamente me miró diciéndome estas palabras:
"Dios no puede ayudarme,ya me siento condenada...
Falté al mandamiento –No Matarás-
Y he matado, a quien nunca me ha hecho nada.

Hoy vine a la iglesia a orar,
A pedirle a Dios que me perdonara,
Y estando al pie del altar,
Sentí que no tenía derecho a pedirle nada.

Maté, por rencor, al hombre que me despreciaba,
Maté al hijo que llevaba en mis entrañas...
No sé si fue por venganza, miedo o dolor,
O por no tener recuerdos del hombre que me engañaba.

No lo pensé, fui juez, a muerte lo condenaba,
Y ahora me pregunto, ¿qué hizo para que lo matara?
Sin darle siquiera la oportunidad
de que al nacer, otra madre lo amara.

Su muerte, fue una muerte cruel,
Su tierna carne fue torturada,
Sólo importaba lo que yo sentía,
Mas no el hijo que llevaba en mis entrañas.

Era un ser puro, inocente,
que no pudo defender su vida,
Ni tuvo alguien por él reclamara.
Y yo le lo maté, ¿cómo puedo ser perdonada?

¿Cómo puedo asistir a la iglesia
Como si nada pasara?
Si no pude compadecerme de su dolor,
Siendo yo la madre que lo llevaba en mis entrañas.

Dígame usted, Señora: ¿Podrá Dios perdonarme?
Si yo cometí un pecado, el pecado más abominable,
Dígame usted: ¿podría tener derecho a tener un hijo
Y que éste me llame madre?"


Iris Díaz (Española)

miércoles, 15 de junio de 2011

Lo que dice una marioneta de trapo

marioneta en reposo
Lo dice una marioneta de trapo


Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo,
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero, en definitiva, pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
Sino por lo que significan.
Dormiría poco y soñaría más.
Entiendo que por cada minuto
que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen,
dormiría cuando los demás duermen,
escucharía mientras los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate…

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol,
dejando al descubierto,
no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Dios mío, si yo tuviera corazón…
Escribiría mi odio sobre el hielo,
y esperaría a que saliera el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas
un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat
sería la serenata que le ofrecería a la luna.

Regaría con mis lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalos…

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida…
no dejaría pasar un solo día
sin decirle a la gente que quiero,
que la quiero.
Convencería a cada mujer
de que ella es mi favorita
y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán
equivocados están al pensar
que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen
cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas,
pero dejaría que el solo aprendiese a volar.
A los viejos, a mis viejos,
les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez, sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido
de ustedes los hombres…
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
sin saber que la verdadera felicidad
está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño
por vez primera el dedo de su padre,
lo tiene atrapado para siempre.
He aprendido que un hombre únicamente
tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo,
cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero, finalmente, de mucho no habrán de servir
porque, cuando me guarden dentro de esta maleta,
infelizmente me estaré muriendo…”

Gabriel García Marquez

martes, 14 de junio de 2011

Hombres necios

mujer ejecutiva


Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?

Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

Sor Juana Inés de la Cruz

Del salón en el ángulo oscuro

arpa solitaria



Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz como Lázaro espera
que le diga «Levántate y anda»!

Gustavo Adolfo Bécker

jueves, 2 de junio de 2011

YO SOY ÚNICO EN ESTE MUNDO

hombre pensativo

YO SOY UNICO EN ESTE MUNDO…

Yo soy una personalidad distinta –completamente separada de
cualquier otra en todo el mundo. Ninguna otra persona piensa exactamente
como pienso yo… ninguna otra persona siente exactamente como siento yo…
Y ninguna otra persona habla exactamente como hablo yo.

Los hombres de Ciencia creen actualmente que hasta la “vibración de mi voz” es única, y –lo mismo que mis impresiones digitales– puede ser usada para identificarme con certeza.

SÍ, DIOS HA CREADO SÓLO UN “MÍ”…

Ningún otro tiene mi misma mente, mi mismo temperamento, mi mismo cuerpo, mis mismas habilidades.

Dios me ha dotado de un conjunto particular de características que ninguna otra persona posee. Yo tengo pensamientos, deseos y ensueños que son míos solamente.

Yo vivo solo dentro de las paredes de carne y hueso de mi cuerpo, y contemplo al resto del mundo a través de mis dos ojos. Aunque yo estoy extrañamente separado de los demás, sin embargo, no estoy solo. Estoy misteriosamente ligado con mi hermano y mi Dios.

YO NO PEDÍ NACER… NO OBSTANTE ESTOY AQUÍ…

Y porque yo estoy aquí en la tierra, estoy bajo la solemne obligación de hacer buen uso de esta existencia personal que Dios me ha concedido.

Yo soy responsable de lo que hago con “mi”. Esta es la apremiante pregunta que debo contestar: ¿Qué haré con esta persona que yo llamo “mi”?

SEÑOR, ¿QUÉ QUIERES QUE YO HAGA? (Hch. 9:6)

domingo, 29 de mayo de 2011

CANCIÓN DE LA VIDA PROFUNDA

tajy de flores blancas en predio del colegio Gutenberg, Paraguay


Hay días en que somos tan móviles, tan móviles,
como las leves briznas al viento y al azar...
Tal vez bajo otro cielo la dicha nos sonría...
La vida es clara, undívaga y abierta como el mar.

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en abril el campo, que tiembla de pasión:
bajo el influjo próvido de espirituales lluvias,
el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos,
como la entraña oscura de oscuro pedernal:
la noche nos sorprende con sus profusas lámparas,
en rútilas monedas, tasando el bien y el mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos...
-¡Niñez en el crepúsculo!, ¡laguna de zafir!-
Que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza,
y hasta las propias penas nos hacen sonreír...

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos,
que nos depara en vano su carne la mujer:
tras de ceñir un talle y acariciar un seno,
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer...

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgubres,
como en las noches lúgubres el llanto del pinar:
el alma gime entonces bajo el dolor del mundo,
y acaso ni Dios mismo nos pueda consolar.

Mas, hay también, oh Tierra, un día... un día... un día...
en que levamos anclas para jamás volver...
Un día en que discurren vientos ineluctables...
¡Un día en que ya nadie nos puede retener!

Porfirio Barba-Jacob

Porfirio Barba Jacob (seudónimo de Miguel Ángel Osorio Benítez) nació el 29 de julio de 1883 en Santa Rosa de Osos y murió tuberculoso en Ciudad de México, el 14 de enero de 1942.

HACIA LAS CUMBRES...

cordillera de los Andes

Esta pequeña y bella poesía es especialmente útil para motivar.

Cuando el ardiente anhelo de un ideal
te eleve en su montaña,
cuando todos tus sueños de ascensión
efectuado se hayan
y veas que te encuentras en la altura
y azul sientas tu alma,
¡No creas que has llegado a lo más puro
de la belleza diáfana!...

Contempla el horizonte: allá, a lo lejos,
verás cumbres más altas...
Fórjate ideales nuevos, más fulgentes,
y prosigue tu marcha
en ascensión tenaz hacia las cumbres
radiantes de esperanza,
donde podrás besar a las estrellas
¡y ver del mundo el alma!...


Gastón Figueira (Poeta uruguayo nacido en el año 1905)

APRENDIENDO

contemplando el paisaje desde la cima de un monte

Este es un buen poema para iniciar una reflexión profunda. Encierra innegables verdades.

He aprendido que...
nadie es perfecto,
hasta que te enamoras.

He aprendido que...
la vida es dura,
pero yo lo soy más!!

He aprendido que...
las oportunidades
no se pierden nunca,
las que tu dejas marchar...
las aprovecha otro.

He aprendido que...
cuando siembras rencor y amargura,
la felicidad se va a otra parte.

He aprendido que...
necesitaría usar siempre palabras buenas,
porque mañana quizás
las tendré que tragar.

He aprendido que...
una sonrisa es un modo económico
para mejorar tu aspecto.

He aprendido que...
no puedo elegir como me siento,
pero siempre puedo hacer algo.

He aprendido que...
cuando tu hijo recién nacido
tiene tu dedo en su puñito...
te tiene enganchado a la vida.

He aprendido que...
todos quieren vivir en la cima de la montaña...
pero toda la felicidad
pasa mientras se la escala.

He aprendido que...
se necesita gozar del viaje,
y no pensar sólo en la meta.

He aprendido que...
cuanto menos tiempo derrocho,
más cosas hago.

jueves, 26 de mayo de 2011

LA VISIÓN OPTIMISTA

rosa para un escritor


LA VISIÓN OPTIMISTA


Mi vecino, al pasar esta mañana,
Me dio los buenos días y dejó en mi ventana
Tres rosas de su huerto, fragantes, deliciosas,
Húmedas de rocío. Desde un cristal, las rosas,
Cual tres imaginarias, ideales
Cabezas fraternales,
Sobre mi mesa asisten a mi trabajo.
Siento el solitario apoyo de su aliento
Común, en que la idea se perfuma
De bondad y al surgir besa la pluma.

¡Oh, clara, fresca y suave compañía
Que me hizo bueno en todos los actos de este día!
Pues fue mi corazón como una fuente,
Pródigo, musical y transparente;

Fluyó de mis palabras recóndita dulzura;
Ni la violencia ni la crispatura
Mancharon el espíritu o la mano
Llenos del oro del cariño humano,
Y ¡oh noche!, en esta hora bella y santa
Del ensueño, mi amor se aviva y canta.

Vecino: ¡si los hombres supieran obsequiarse
Con rosas de su huerto al saludarse,
Si al pasar, como usted esta mañana,
Nos dejáramos todos la flor en la ventana!
¡Cordialidad sencilla, propósito clemente,
Comunidad viril en la belleza!
¡Armonía del músculo, la frente,
Y la delicadeza!

RAFAEL ALBERTO ARRIETA

Poeta argentino, nacido en Rauch, provincia de Buenos Aires. Sus poesías están llenas de fino encanto y de elegante estilo.

domingo, 29 de agosto de 2010

HOMBRE FELIZ

hombre contento

"Imagen del hombre feliz" es una reflexión que hallé en un libro alguna vez y que creo puede incorporar algún elemento más para enriquecer la vida de la persona que desea superarse.

¿Cómo es el hombre feliz?

Ciertamente no podemos confundirlo con el exaltado, Ni con el optimista insensato ni con el fanático, ni con el tonto conformista.

El hombre feliz es aquel que, en primer lugar, se siente hombre, es decir, vive en toda su plenitud su dignidad humana.

Es aquel que tiene fe en sí y en la obra que realiza, a la que no compara con las de los demás sino con la de sí mismo.

El hombre feliz es aquel que cada día renueva su tarea con la serenidad eficiente de quien no teme ni la vida ni la muerte.

Es el que ha desarrollado un carácter flexible y sin embargo inquebrantable, como el acero.

El hombre feliz es aquel que también sabe crear, con su ejemplo, paz, confianza y bienestar en su derredor.

El hombre feliz es el que:
Estudió para saber.
Supo para hacer.
Hizo para valer.
Valió para servir.
Sirvió para merecer vivir feliz.

Mira y López, “Problemas psicológicos actuales” (3º edición, Buenos Aires, 1947, pág. 163)

domingo, 16 de mayo de 2010

ADIOS DEPRESION

saludo real

Poema de reflexión. Es un contraste entre la vida desesperanzada y la vida que halló en Dios la razón de la existencia.

Depresión, amarga musa de este siglo, de ti me río.
Cuando un poder superior al tuyo me libertó
yo te arrojé, con mis cosas detestables, al olvido,
tierra de donde no puedo recibir ni aún tu voz.

Desde entonces el gozo es mi constante,
mis problemas, aunque míos, los delego
sobre unos hombros poderosos y amantes
que los toma y soluciona a su tiempo.

Ah, depresión, soy muy dichosa sin tu influencia;
aunque sé muy bien que eres, más que causa, resultado;
y si te he traído nuevamente a mi conciencia
es porque he visto cómo a otros vas matando…

Son las vidas sucias, vanas y vacías de otros seres
tierra fértil para tus ruines ideales;
con tu amo destruyes lo que quieren,
y haces que se sientan despreciados, marginados, ¡miserables!

¡Ah, si he podido ver el sello de tu monstruosidad
en las vidas segadas por sus propias manos;
tú las tornas imponentes, mientras que tu utilizador, satanás,
oculta de ellos la Verdad para que vean la muerte como único paso.

¡Si hasta te han dado un nombre honorable!
¡los sabios del mundo (que son encubridores)te llaman enfermedad;
Y han levantado, para con la atea ciencia erradicarte,
psiquiátricas, terapeutas y psicológicos como arena del mar.

Solución sin Cristo ellos ofrecen,
y tú te burlas de lo que sabes son intentos vanos,
mientras que con cada decepción te fortaleces
y de insoportable angustia el corazón vas llenando…

Pero sabe, aterradora depresión,
que yo no he de encubrirte, sino que gritaré
a esas almas por las que se inflama de amor Dios,
que ellas te pueden de sus vidas raer!

¡Mirad, sí, mirad, almas dolidas
que Dios bajó para vendar vuestras heridas!
Es Cristo, el Señor, que hoy os llama.
Sabe vuestros nombres, vuestros torcidos caminos,
Mas… no temáis, ¡Él os ama!
Y quiere cambiar vuestros siniestros destinos.
Inclinad reverentes vuestros rostros
Y así orad para Dios y vosotros:


“Dios bendito, reconozco mi mal proceder,
que alejado de ti quise mi camino hacer;
pero hoy sólo veo que voy a la ruina
y quiero la puerta de mi corazón abrir,
aceptando a Jesucristo como Salvador de mi vida.
Creo que creyendo en Él, Tú me aceptas a mí.
Gracias, mi Señor, me has hecho tu hijo.
En el Nombre de Jesús estas cosas te digo”

REIR LLORANDO

comico Garrik

Viendo a Garrik -actor de la Inglaterra-
El pueblo al aplaudirlo le decía:
“Eres el más gracioso de la tierra,
Y el más feliz…”
Y el cómico reía.
Víctimas del spleen, los altos lores
En sus noches más negras y pesadas,
Iban a ver al rey de los actores,
Y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez, ante un médico famoso
Llegóse un hombre de mirar sombrío.
“Sufro –le dijo-, un muy espantoso
Como esta palidez del rostro mío”
”Nada me causa encanto ni atractivo;
En un eterno spleen muriendo vivo,
Y es mi única ilusión la de la muerte”.
-viajad y os distraeréis.
-¡Tanto he viajado!
-las lecturas buscad.
-¡tanto he leído!
-que os ame una mujer.
-¡si soy amado!
-Un título adquirid.
-¡noble he nacido!
-¿pobre seréis quizá?
-Tengo riquezas.
-¿De lisonjas gustáis?
-¡Tantas escucho!...
-¿Qué tenéis de familia?
-Mis tristezas.
-¿Váis a los cementerios?
-Mucho… mucho…
-¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
Yo les llamo a los muertos mis amigos;
Y les llamo a los vivos, mis verdugos.
-Me deja –agrega el médico- perplejo
Vuestro mal, y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
“Sólo viendo a Garrik podréis curaros”.
-¿A Garrik?
-Sí, a Garrik… La más remisa
Y austera sociedad le busca ansiosa;
Todo aquel que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa!
-¿y a mí me hará reír?
-¡Ah!, sí, os lo juro;
Él, sí, nadie más él; más… ¿Qué os inquieta?
-Así –dijo el enfermo-, no me curo:
¡yo soy Garrik!... cambiadme la receta.

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
Enfermos de pesar, muertos de tedio,
Hacen reír como el actor suicida
Sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de a risa fíe,
Porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!

Juan de Dios Peza

domingo, 25 de abril de 2010

MAR DE LA SERENIDAD

mar del plata
mar en calma
Este bello poema de arte menor se presta para el análisis y la declamación.

MAR DE LA SERENIDAD

Mis ojos se han puesto claros
De tanto mirar al mar;
De tanto verlo, en mi vida
Las olas vienen y van
Y hay horizontes sin límites
De severa majestad.

Mi pensamiento, antes frívolo,
De tanto mirar al mar,
Se ha vuelto apacible, grave,
Y es tal su profundidad,
Que en vano un buzo de almas
Fondo habría de buscar…

Mis melancolías cantan
Blandamente, como el mar,
La misma canción monótona,
Al mismo viejo compás.

Recogido, silencioso,
Esquivo y áspero está
Como una roca perdida
En la gris inmensidad.

Sólo hay algo que no tiene
Mi espíritu como el mar;
Las cóleras; no hay en mí
Ya vientos de tempestad
Ni espumas rabiosas; nada
Me puede encolerizar,
Mar muerto, mar de mi alma,
“Mar de la Serenidad”.

En mi corazón, enfriado
Por la pena y por la edad,
Reinan la quietud y el hielo
Del océano glacial.

Amado Nervo