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miércoles, 8 de febrero de 2012

Vuelo hacia ti

escuela nº 14 provincia de san luis
Vuelo hacia ti,
Hacia tus viejas conocidas caras,
Hacia la inefable dicha que una vez sentí
Entre las fuertes cadenas de tu hamaca.

Doy media vuelta y miro mi pasado,
Frente a frente con esta distancia que nos separa…
Odio este tiempo que nos ha alejado…
Odio este silencio que hoy nos embarga…

Miro hacia atrás,
Hacia mis días de divertidas picardías;
Hacia tus claras, tibiecitas mañanas;
Hacia las tiernas, sonrosadas mejillas…

Y sonrío, en silencio, a mis recuerdos
Con un gesto de desesperación y agonía…
¡Tanto tiempo que ha pasado
Robándose lo poco que tuve de dicha!...

Y siento la desolación del vacío,
La amargura de lo que se ha ido,
La tristeza del que ya no regresa…

…Y te busco, callecita de barrio,
Entre estas desconocidas sendas.
Busco, de los míos, su franqueza;
Busco, entre estas ruinas,
El despojo de algo querido…

Y te encuentro, olvidado en mi ayer,
Escondido en mi desván de alegrías,
Tímidas frasecitas del primer gran querer,
Que como un sueño en mis venas palpita.

Y te quedas, mirando mi desconsuelo,
¡Si pudieras regalarme tu felicidad!
¡Quisieras que vuelva a ser niña de nuevo
Para que jamás pase de esa edad!

Maryam Yasminay

lunes, 21 de noviembre de 2011

Tierra de mis recuerdos

Pompeya Buenos Aires

Te recuerdo, lejana y gigantesca,
con tus picos de cemento tocando el cielo, te recuerdo, como en
acuarela grotesca que pretende dibujar la belleza de tu suelo.


Mis ojos te descubren en un rinconcito olvidado;
un triste velo de amargura se apodera de mi cuerpo;
voces, susurros sordos, rostros y lugares desdibujados
cercenan mi carne, buscando, acaso, otros tiempos.


Siento penetrar en lo profundo de mis entrañas,
tu daga de dolor y melancolía, placer extraño.
Mi vida quedó en tus calles, en la quietud de tus plazas,
en el asombro y la alegría de una fiesta de barrio…


Te siento en mi corazón palpitar enloquecido,
siento que traes cabalgando, hasta perfume de ceibos,
cada retacito de mi vida tiene el color de tu río,
tiene mi única dicha, la de mis años pequeños.


Tu gente, tus prados, la nobleza de los tuyos…
tu enorme y puro firmamento…
el color de esta enseña que en mi pecho oculto
tratando de arrebatarla al paso del tiempo…


Ah aquellos inolvidables momentos!
Ah mi vieja Pompeya, Iglesia y plazoleta!
Ah Patricios, tibias mañanitas, noche y silencio,
Felicidad de mis años, sabor a inocencia!...
Y tú! Admirado entre los admirados!
Mi querido Barrio de General Paz,
tu eres el que simboliza mi pasado,
tú eres el signo de la libertad!!!

Mirta de Eisenkölbl