lunes, 13 de junio de 2011
La importancia de papá - Dramatización
LA IMPORTANCIA DE PAPÁ
ESCENA 1
(Se ve a la madre escribiendo, luego se detiene y se escucha su voz (que puede ser una grabación)
MADRE: Conocimos a Cristo siendo ya de edad avanzada, cuando nuestras hijas entraron en la difícil etapa de la adolescencia. Nuestras vidas cambiaron drásticamente, sobre todo la de Martín, que de padre severo, irresponsable y poco afectuoso, pasó a ser un padre ejemplar. Sin embargo… ¡Qué dolor! Nora y Marta nunca valoraron el cambio operado en su padre. Tal vez las experiencias de la niñez marcaron profundamente sus vidas y por eso no pueden tratarle con respeto y reconocimiento. ¿Será que alguna vez podrá Martín disfrutar de la deseada demostración de cariño sincero de sus hijas?
MARTA: (Entrando impetuosamente) ¡Buenas tardes mamá! (Se agacha y besa a su madre mientras mira de reojo lo que ella está escribiendo)
MADRE: Buenas tardes, mi hija.
MARTA: ¿Qué escribís?
MADRE: Nada importante… (mirándola a los ojos) ¿Qué tal?
MARTA: (Bajando la mochila sobre una silla) Bien, mamá. ¿Sabés?... (Busca algo en el bolsillo) …la profesora… (mete la mano en el otro bolsillo)… envió un aviso… (mete la mano en el bolsillo del pantalón) …por aquí tengo la nota… (por fin saca el papel, todo arrugado, del último bolsillo que tenía) ¡Aquí está! (se la pasa a la madre).
MADRE: (Con cara de circunstancias y tomando el papel con dos dedos) ¿Esta es la nota?
MARTA: Bueno… lo que pasó es que la profe nos dio el aviso cuando salíamos al recreo… (la madre despliega la nota con mucha paciencia) …y yo la confundí con un papel que iba a tirar en el basurero…
MADRE: (lee la nota y tras un breve instante alza la cabeza y mira a su hija) Está dirigida a tu papá, él la tiene que firmar.
MARTA: Mamá… es lo mismo…
MADRE: Marta, gracias a Dios tenés un padre, él es la cabeza de nuestro hogar, debes reconocerlo como tal hasta en estos detalles.
MARTA: (Musitando) Antes no hablabas así…
MADRE: Antes desconocía lo que era mejor para nosotras, ahora tengo a Jesús y conozco su palabra, sé lo que nos conviene hacer para que seamos felices en esta vida. Una de las cosas que aprendí es el lugar que el marido debe tener en su casa, y vos, Marta, debés honrar a tu padre reconociéndolo como cabeza del hogar. Tomá la nota (se la pasa), tratá de arreglarla y dásela para que la firme.
MARTA: (La toma) Pero mamá… ¿Cómo voy a mostrársela así?
MADRE: Decile lo que me dijiste a mí. Lo entenderá.
MARTA: ¿Entender? ¿Papá? ¿De qué estás hablando, mamá?
MADRE: Marta… tu papá ya no es el de antes. Ha cambiado mucho. ¿No te diste cuenta?
MARTA: ¿Y cómo podría darme cuenta si nunca está?
MADRE: ¿Alguna vez te detuviste a pensar por qué pasa tanto tiempo fuera de casa?
MARTA: Mamá… Por favor… No discutamos inútilmente, mi día fue muy lindo para arruinarlo de esta forma… (se escucha que alguien aplaude)
MADRE: Ha de ser doña Blanca. Voy a atenderla. (Se levanta y dice mientras se va) Arreglá la nota para mostrársela a tu papá. (Marta se queda observando el papel arrugado. De pronto aparece Nora, con un rostro muy triste, baja lentamente sus cuadernos sobre la mesa. Marta la observa detenidamente).
MARTA: ¿Y esa cara de velorio?
NORA: (Dándose vuelta bruscamente) ¡Marta! No me di cuenta de que estabas allí… ¿No supiste lo que pasó?
MARTA: (Con cara intrigada) No. ¿Qué pasó?
NORA: El padre de Susana murió anteayer.
MARTA: ¡¿Queee?! (Mira confundida a su hermana)
NORA: Lo que dije…
MARTA: Pero, ¿cómo? ¡Si nosotras lo vimos el martes…!
NORA: Lo atropelló una camioneta el miércoles, cuando volvía del trabajo…
MARTA: (Se toca la frente y se sienta) ¡Pobre Susana! ¿Ya la viste?
NORA: No. Quiero que me acompañes a su casa.
MARTA: Imposible. Vos sabés cómo me afectan estos acontecimientos.
NORA: Marta… ¡contaba contigo! ¡Es nuestra obligación acompañar a nuestra amiga en su dolor!
MARTA: Sí… Lo sé… Iré contigo… (y luego agrega como en un susurro) …pero sólo por un momento…
NORA: Es suficiente, (la toma del brazo) vamos a darle la noticia a mamá.
ESCENA 2
(Se observa en el medio del escenario a una muchacha vestida de negro. Está sentada mirando ávidamente una fotografía que tiene entre las manos. Marta y Nora se acercan tímidamente, cuando Susana las ve, se pone de pie rápidamente)
SUSANA: ¡Nora! (Exclama con voz quebrada, tiende sus brazos a su amiga y ésta la abraza)
NORA: Mis pésames, Susana, acabo de enterarme…
SUSANA: Gracias (mientras se enjuga las lágrimas al tiempo que se acerca Marta)
MARTA: (Mientras la besa) Lo siento mucho, Susana…
SUSANA: Gracias Marta. (Les indica unas sillas) Siéntense.
MARTA Y NORA: Gracias (se sientan y permanecen en silencio).
SUSANA: Ustedes no se imaginan cuántas cosas se cruzan por mi mente. Mi cabeza está a punto de estallar… (se agarra de la cabeza) Todo fue tan rápido, tan triste, ¡tan horrible! ¡Papá! Papá… (mira el retrato). El domingo ustedes felicitarán a su padre y yo… sólo tendré sus recuerdos… ¿Cómo será nuestra vida sin él? (De pronto mira a las chicas) ¿Se dan cuenta de lo que significa perder para siempre al padre? (Nora hace un gesto negativo con la cabeza mientras que Marta dirige la vista al piso) Papá era como nuestro ángel guardián…De noche nos sentíamos seguras porque él estaba con nosotros. Jamás nos preocupábamos cuando la factura de la energía eléctrica llegaba; y debo confesar que aún hoy no sabemos muchos de los precios de las cosas que compramos del supermercado…Comíamos sin que nosotros moviéramos un dedo para obtener la comida… Además, papá era el que animaba a mamá tras un día de ardua lucha en la casa, con los niños. Y ahora… ¿Qué hará mamá? ¡Está destrozada! Seguramente tendrá que salir a trabajar y yo me quedaré con mis hermanitos… ¡Oh qué cambio tan drástico! ¡Qué grandioso desorden! ¿Cómo hemos de soportar su ausencia? ¿Cómo podré vivir sin su cariño, sin su apoyo, sin su protección? (mira a su amiga) ¡Oh Nora! ¡Nora! Ojalá todo fuese tan sólo un sueño, una horrible pesadilla… (Mete su cabeza en las faldas de su amiga y llora. Nora y Marta también lloran).
ESCENA 3
(Se ve a las hermanas escribiendo una frente a la otra. La madre cruza por la habitación y sonriendo mira a las niñas al tiempo que sale por el lado opuesto. Marta se lleva el lápiz a la boca)
MARTA: Nora…
NORA: ¿Si? (sin alzar la vista)
MARTA: ¿Podés estudiar?
NORA: No.
MARTA: ¿Por qué?
NORA: Me afecta mucho lo de Susana (mirando a su hermana).
MARTA: A mí también me dejó pensando. ¿Te das cuenta, Nora, de todas las cosas que papá tiene que hacer para que nosotras vivamos así?
NORA: Lo estuve pensando… Y también pensé en lo que pasaría con nosotras si Dios quisiera llevarse a nuestro papá.
MARTA: Ni lo pienses, Nora, por favor.
NORA: Pero ya ves, puede pasar.
MARTA: Sí, pero lo importante es que papá vive y que pasado mañana será su día, ¿qué le vas a regalar?
NORA: Yo había pensado comprarle un par de medias…
MARTA: Yo también…
NORA: …pero después de analizar lo que hace papá por nosotras, cambié de idea. Compraré algo más valioso con el dinero de mi alcancía.
MARTA: ¿De tu alcancía? ¡Pero estabas juntando para comprarte una radiograbadora!
NORA: La compraré, Marta, aunque tardaré un poco más en hacerlo. Lo que quiero ahora es demostrar a papá cuánto lo quiero.
MARTA: (Entusiasmada) Yo no tengo mucho dinero, pero lo que tengo me alcanza para hacer una linda torta. ¿Qué te parece?
NORA: Me parece genial. Te ayudaré (Alza la vista y ve venir a su madre) Shhh, que hay moros en la costa.
MADRE: (Colocando un jarrón con flores sobre la mesa) ¿Qué están cuchicheando ustedes?
MARTA: Comentábamos lo de Susana. ¿Verdad que es triste?
MADRE: (Pensativa) Sí… es muy triste…
NORA: Pero nosotras tenemos un papá todavía y vamos a demostrarle que lo queremos mucho.
MARTA: (Mirando a Nora) Nora… Acordate que mamá es una espía de papá. (Todas ríen).
ESCENA 4
(Se ve a las chicas afanadas en ordenar la sala. Marta trae una torta y la coloca sobre una mesa en el medio del escenario.)
NORA: No deberías hacer esto, Marta; después de todo, recién mañana es el Día del Padre.
MARTA: Es que no puedo esperar más. ¿Te imaginás si descubre la torta en la heladera? ¡No podré disfrutar de la cara que pondrá cuando vea su torta! Ah no, eso no me pasará.
NORA: Bueno, me convenciste, pero mi regalo se lo doy mañana.
MARTA: Como quieras, pero apurate, ya es su hora. (Siguen arreglando la casa pero miran continuamente el reloj. Marta sale a la puerta y mira. Vuelve otra vez, se la ve inquieta) Nora… papá no viene…
NORA: Sí… y ya es tarde… no suele atrasarse tanto… (se pasean nerviosas por la sala. De pronto, oyen un ruido y salen corriendo. Frenan en la puerta y se escucha una voz masculina).
VECINO: Buenas noches, señoritas.
NORA Y MARTA: (Decepcionadas) Buenas noches… (Vuelven a sus asientos e inclinan la cabeza)
MARTA: ¿y si le pasó algo?
NORA: (La mira) Voy a encender la radio para escuchar las últimas noticias. (Enciende el aparato y se escucha música, luego)
LOCUTOR: Interrumpimos la programación para brindarles más detalles del lamentable accidente (Nora y Marta se miran horrorizadas) protagonizado por dos unidades del transporte público de pasajeros, en el que perdieron la vida cinco personas y una veintena resultaron con heridas. Los ómnibus estaban al servicio de las líneas 23 y 40. Ambos chocaron frontalmente sobre la avenida Cacique Lambaré. Seguiremos informando en el Noticiero segunda edición. (Se escucha la música otra vez y Nora apaga la radio).
NORA: (Mira a su hermana con desesperación) Marta… papá… ¿Será que…
MARTA: Es su hora y su colectivo… Por algo no estaba llegando…
NORA: (Ambas lloran) Pobre papá, nunca le podremos decir cuánto le agradecemos lo que hizo por nosotras.
MARTA: ¡Oh Señor! Yo quiero ver a mi papá… No permitas que sea él uno de los que se murieron en el accidente…¡Tráelo nuevamente a casa! ¡A casa! ¿Cómo podríamos vivir sin él?
NORA: (De pronto llega el padre pero las chicas no se dan cuenta) Dios mío, perdóname porque muchas veces no le di a mi papá el valor que merecía…Estaba con nosotras y no le apreciamos… y ahora… (llora; el padre se inclina sobre sus hijas y pone sus manos en sus hombros, mientras que susurra a sus oídos)
PADRE: Mis niñas… (Ëstas alzan el rostro y exclaman)
NORA Y MARTA: ¡Papá!
MARTA: ¡Papá! ¡Estás vivo!
NORA: ¿No te pasó nada? Nosotras creímos que…
MARTA: (Está a punto de decir algo pero Marta le arrebata de la boca las palabras) Oh, no importa lo que creíamos! Papá… Nosotras… yo… te doy gracias por darme un papá como vos.
NORA: Además, apreciamos todas las cosas que hacés para que nosotras podamos desarrollarnos digna y saludablemente… (saca un paquete de debajo de la mesa) ¡Felicidades!
MARTA: (Arrojándosele al cuello) Sí, felicidades, papá!!!
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Aprecio mucho su comentario. Cordialmente, Mirta Delia.