En qué región inédita y callada
Está tu voz antigua, ya dormida,
En qué playa sin nombre y desmedida
Yace tu barca azul desmantelada.
En qué aula celeste de la nada
Das tu clase de estrellas florecida,
A qué ángeles de faz amanecida
Dices tu geometría enamorada.
Maestro. Amigo. Padre. Cabalmente
Eres ahora el imposible ausente
En nuestro corazón adolorido.
Porque al llamar tu nombre
Iluminado,
Derramando tu luz a nuestro lado
Se rompe como un cántaro el olvido.
César López Ocón
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aprecio mucho su comentario. Cordialmente, Mirta Delia.